domingo, 20 de abril de 2008

UN NUEVO RUMBO

El tiempo dirá hacia donde nos lleva el camino que emprendemos ahora. Lo que no cabe ninguna duda es de que estamos ante una serie de acontecimientos que van a marcar el futuro deportivo de todos los que formamos parte de la familia Ituci... y de más gente aún.

Dos hechos sobretodo, y de valoración bien distinta, se han convertido ya en parte de nuestra pequeña historia por derecho propio. El primero, negativo como pocos, la salida de Ituci de nuestro querido Yeray. Se ha comprometido para la próxima temporada con la Sociedad Deportiva Candray para ser su nuevo Director Técnico con mando en plaza. Él se merece eso y mucho más. Su trabajo empieza a dar frutos y se le reconoce ya en toda la provincia. Pocos, muy pocos, han pasado por nuestro club en nuestros años de andadura de la valía deportiva de Yeray. Pero es que además en lo personal deja una huella indeleble en los que hemos tenido el honor de tratarle y de compartir con él experiencias deportivas y personales. Para algunos de nosotros es un verdadero privilegio poder decir que hemos trabajado junto a él y que hemos mantenido, y esperamos seguir manteniendo para toda la vida, una inpagable relación de amistad. Desde el mismo momento en que nuestros caminos deportivos se separan ansiamos ya el instante en que vuelvan a unirse que, ojalá, llegue cuanto antes. No le deseamos suerte, pues de ella sólo dependemos aquellos de valía discutible. Los grandes como Yeray no la necesitan.

El otro hecho importante que se produce en estos días, este sí muy positivo, es el final de una situación que se ha venido produciendo en el baloncesto chiclanero casi desde sus orígenes y que lo ha lastrado sobremanera. Si se confirma todo lo bueno que se vislumbró en nuestra primera reunión, para la temporada 2008/2009 Chiclana sólo tendrá un club de baloncesto. Todos remando juntos y en la misma dirección. ¡Por fín! Este proyecto de fusión tendrá como consecuencia la aparición de una nueva entidad con equipos en casi todas las categorías (sólo faltaría un senior femenino) y con un colectivo humano para lo que hemos estado acostumbrados hasta ahora sencillamente impresionante: más de 200 jugadores, que a buen seguro en unos años llevarán al baloncesto de Chiclana a emprender el camino del éxito. No es momento de mirar hacia atrás en este tema, sino de aprovechar la coyuntura y alcanzar un punto de no retorno que nos permita cambiar de una vez y para siempre la historia del baloncesto chiclanero. A ver si es verdad que hemos aprendido de nuestros errores del pasado.