viernes, 3 de abril de 2009

Punto y aparte

Me vais a permitir que después de estar tanto tiempo sin actualizar el blog, lo haga ahora con un inciso, con una entrada sobre un tema más personal.

Y es que después de 21 años entrenando en mi tierra, en mi pueblo, el 31 de mayo le pondré punto y aparte. La próxima temporada, por primera vez (en realidad, segunda, pero la anterior fue un pequeño entreacto obliglado por el trabajo y de hecho no terminé de marcharme), no entrenaré en Chiclana.

Aún quedan dos meses para el adiós, pero como resta mucho trabajo por hacer en tan corto periodo de tiempo, prefiero hacer esta pequeña despedida ahora, que en vísperas de la semana santa tengo un hueco.

Quiero agradecer a todos los que durante estos años me han dejado trabajar junto a ellos. Dos temporadas en la sección de baloncesto del Club Balonmano Chiclana, donde me formé como jugador. Dos más entrenando a los equipos del colegio La Salle. Un fugaz paso en la temporada 1992/93 por el Club Baloncesto Chiclana, donde empecé con el baloncesto femenino. En la 93/94 decidimos que el femenino merecía club propio y así lo hicimos. Esa y la siguiente la denominación del club fue Asociación Deportiva La Salle-Chiclana. Y en la 95/96 le cambiamos el nombre por el de Asociación Baloncesto Ituci, mi casa, mi referente, el club por el que siempre me sentiré orgulloso de haber entrenado. Toda una vida vistiendo de azul marino. Un paso efímero por la Unión Baloncesto Linense, mientras el trabajo me mantuvo en el Campo de Gibraltar y vuelta a Ituci. 12 temporadas en mi club, 14 si contamos las de La Salle-Chiclana. Entrenando desde la escuela hasta el senior. Y, tras la fusión, esta última temporada, en el Club Baloncesto Chiclana-Ituci. A todos y cada uno de los que han hecho posibles todos estos años de baloncesto, muchas gracias.

Guardo recuerdos buenos y malos, los menos, afortunadamente. El mejor, con el permiso de los demás, el ascenso a Primera Nacional, con aquel grupo humano inolvidable. He entrenado a más de 500 jugadores/as. Imposible llevarte bien con todos, de hecho algunos no me quieren ni ver. Me quedo con la mayoría, que me saluda con cariño cuando coincidimos, que guarda buenos recuerdos de sus años de entrenamiento con un servidor. Olga, Davinia, Toñi, Carmen Vanessa, Maqui, Vero Rivero, Marina, Silvia, Chari Rodríguez (si no te hubiese aburrido con mis entrenamientos tostón igual ahora no habrías corrido Giro y Tour, quien sabe), Araceli, Lorena, Montse, la gran Montse (como te hecho de menos), Inés Vera, Irene, Lourdes, Antonio, Cosme, Rivera, Andrés, ... mis maestros, Antonio y Pepe, y compañeros, como Juan Antonio, Francisco, Julio, Quin.

Pero sobretodo me quedo con los irreductibles, con los que me han dado aliento en los momentos malos, que han sido los primeros en alegrarse por mi cuando las cosas me han ido bien y que siempre me han ayudado. Aquellos que son algo más que mis compañeros o jugadoras y que se han cruzado en mi vida para formar parte de ella para siempre. Neno, con quien compartí la temporada más increible de me vida. Inés Bernal, que pasó de jugadora a familia. Inma Blanco, mi inspiración. Virginia y Reme, en cuya forma de trabajar me veo reflejado y a las que espero que mi marcha no les impida estar dentro de veinte años sientendo el aliento agradecido de cientos de jugadoras a las que habrán formado; Yeray, admirado, querido, idolatrado, referente dentro y fuera de una pista, aunque sea un bocazas, que me ha enseñado tanto de baloncesto, otra forma de trabajar, otra visión; y que no se me olvide, que me cedió este blog que él había creado; Eva, referente moral y espiritual, que me ha ayudado a intentar ser no mejor entrenador, sino mejor persona, que ha cambiado no solo mi visión del baloncesto, sino mi vida; Natalia, mi hermana, que empezaste como jugadora asustada y que desde hace muchos años compartes cena en casa con mi familia un par de veces al mes y de la que me siento honrado de ser su amigo. De vosotros no me despido porque se que seguireís estando a mi lado, vaya a donde vaya, con el inconfundible sello de nuestro querido Ituci.

jueves, 19 de febrero de 2009

Funciones del entrenador de formación

Rastreando la web he encontrado este interesante artículo del prestigioso autor francés Gerard Bosc, que recuerda vagamente palabras sobre dirección de grupos del ex-seleccionador nacional, Pepu Hernández, cuando afirma "prefiero convencer a imponer". He intentado traducirlo con mis modestos conocimientos sobre el idioma de Victor Hugo. Espero que os guste.



El entrenador es un lider técnico

Sin ser un genio, el entrenador debe tener un bagaje técnico-táctico suficiente para aconsejar, orientar y formar a sus jugadores. Es a menudo este "conocimiento" el que le da su autoridad y su crédito (lo que los sociólogos llaman "dominación por pericia").


El entrenador es un animador

Su papel es llevar a cabo los objetivos fijados por él y sus jugadores (por ejemplo, el ascenso a una categoría superior, un número mínimo de victorias, ...) sin alterar el placer que los jugadores deben sentir en la pista. En el medio asociativo y amateur, la victoria no debe conseguirse en detrimento del placer de jugar a baloncesto, sino que la victoria sólo es circunstancial. Es a través del diálogo con el equipo como funciona una organización (número de entrenamientos por semana, objetivos del entreno, método de trabajo).

No debe pues permitir al equipo alcanzar unicamente objetivos en terminos de victorias, sino tambien asegurar un ambiente de trabajo agradable y distendido, relaciones cordiales con y entre los jugadores, deseo de progresar y una cohesión de grupo. Por eso su método de trabajo no puede ser completamente impuesto al equipo, sino "negociado" con los jugadores.


El entrenador es un pedagogo

Para ganar, es necesario dominar varios campos de acción: los fundamentos individuales, los fundamentos colectivos, la lectura del juego, el mental, el físico. Es aquí donde el entrenador tiene un papel que jugar. Es él quien posee las llaves de aprendizaje de los fundamentos, quien inicia a la lectura del juego, quien se encarga de la preparación física (y la mayoría de las veces de la mental). Ahora bien, el conocimiento de los fundamentos no es suficiente para enseñarlos; el entrenador debe demostrar pedagogía, es decir, que debe conocer los mecanismos de apendizaje de un jugador, poniendo en marcha estrategias de aprendizaje, construir una programación y poseer numerosas cualidades (paciencia, calma, empatía, etc.)


El entrenador es un gestor de emociones

Con un poco de psicología, el entrenador debe tratar las emociones y la motivación de los jugadores. Un entrenador que dramatiza (es decir, que no ve más que los aspectos negativos, sin ver el aprendizaje que se puede obtener de una clara derrota) contribuye a bajar la moral del equipo. Es también responsable durante los partidos de la emotividad de sus jugadores. En efecto, para estar preparados sobre la cancha, estos últimos no deben estar ni demasiado nerviosos ni demasiado relajados, y el entrenador administra los cambios en función de esos datos.

El entrenador es también la fuente de calma y serenidad durante los partidos. Debe estar menos nervioso que los jugadores, más aún cuando se pican contra un rival o con el árbitro. Debe calmar a todos y dar a cada uno consignas técnicas para mejorar la situación. Los entrenadores que abroncan a los jugadores, árbitro o incluso a la mesa, dan un ejemplo negativo y un muy mal espíritu al equipo. Además esto sube la tensión de los jugadores que van a aumentar su nerviosismo, pudiendo llegar a sentir pánico, haran faltas y dejarán de hacer lo que deben. En resumen, es el entrenador quien aporta la "cordura" del grupo.


El entrenador no es un jugador ni un amigo

Contrariamente a lo que se piensa, el entrenador no se integra en el equipo como un igual con los jugadores. Siempre debe quedar como "el entrenador". ¿Quien no ha estado con sus jugadores fuera de la cancha o del entorno habitual del equipo sin que estos hayan dejado de tratarle como el entrenador, mientras las relaciones entre ellos mismos son más "amistosas"? Puede que un entrenador tenga una relación de amistad anterior con uno de sus jugadores. Pero en general, o va perdiendo su estatus de amigo o, si no es el caso, se va convirtiendo en un entrenador un poco desacreditado.

Esto no es realmente un problema si cada entrenador asume que no se puede ser a la vez totalmente entrenador y amigo.


Algunos consejos al entrenador:

1) El entrenador es el representante del espíritu del equipo; debe adoptar actitudes en consecuencia. Es indispensable que asista al entrenamiento con ropa deportiva. Un entrenador en vaqueros envía innegablemente una imagen negativa de descuido y de no implicación en el grupo. Del mismo modo, su puntualidad es indispensable.

2) Los entrenamientos deben tener una mecánica bien conocida y las rutinas deben ponerse en común desde el principio (por ejemplo, los jugadores se reagrupan antes del inicio del entreno, beben en ciertos momentos fijados, ...). De esta manera el tiempo es mejor gestionado y los aprendizajes optimizados.

3) El entrenador debe formular claramente los objetivos: cual es el objetivo de un ejercicio, cual eslde la sesión, cual el del partido (que no tiene porque ser siempre la victoria, podría ser un número de puntos anotados,...), cual es el objetivo de la temporada, etc. Estos objetivos son, en el mejor de los casos, decididos con los jugadores y eventualmente con los dirigentes del club.

martes, 17 de febrero de 2009

Palabra de Don Eduardo Burgos

La importancia del entrenador en equipos de formación por Eduardo Burgos

No hay ningún entrenador del mundo que no considere básico y fundamental el trabajo en los equipos de formación. Para formar a un futuro jugador de baloncesto debemos tener en cuenta una serie de capacidades que poco a poco debe desarrollar, para ser capaz de dar respuesta a las situaciones, que después se va a encontrar durante los partidos.

Para conseguir desarrollar esos conceptos y capacidades que el jugador debe adquirir, el entrenador de estos chicos debe conocer a fondo el baloncesto, debe conocer todos los entresijos de dicho deporte, debe conocer cualquier aspecto del juego que el chico se podrá encontrar. Desde esta perspectiva, el entrenador de formación podrá hacer una programación y una planificación lo más compleja posible, que consiga trasladar todas esas situaciones al entrenamiento y preparar al chico/a para la competición. Saber orientar y dar contenido a la formación inicial de cualquier jugador de baloncesto es por tanto el primer eslabón de la cadena. Pero el jugador de basket nunca juega sólo, tiene unos compañeros y unos rivales, por ello será necesario saber enfocar esa preparación individual para integrarla dentro del trabajo colectivo de un equipo, este sería otro eslabón de la cadena. Todos estos pasos de trabajo con el jugador se deben de hacer de una manera racional y progresiva (primero que sepa andar y luego corra). Pero debemos tener en cuenta que hay muchos modelos posibles de planificar el proceso de formación de un jugador, hay muchas formas de enfocar la enseñanza del jugador en formación. Si importante es enseñar, más importante aún es saber corregir y perfeccionar lo que se va aprendiendo, es de esa manera como se construye poco a poco la capacidad técnica y colectiva del jugador de baloncesto. En este aspecto es vital la figura de entrenador-profesor y las características que debe reunir:

Características de un entrenador de formación

  • Ser buen entrenador y educador.
  • Que conozca las características psicosociales más relevantes de los chicos que estarán a su cargo.
  • Que enseñe bien los fundamentos técnicos (TÉCNICA INDIVIDUAL).
  • Que consiga hacer que los chavales disfruten y se diviertan jugando y entrenando (esto se antoja clave y capital).
  • Que sea capaz de inculcarles la ilusión y el cariño por la práctica del basket.
  • Que les trasmita confianza en si mismos, esto se traducirá en que crezca paulatinamente su autoestima y sean capaces de tomar iniciativas personales a la hora de tomar decisiones en los partidos (lectura del juego).

Errores a evitar en el trabajo de formación

A veces los entrenadores cometemos errores en el trabajo de formación, voy a enumerar algunos de ellos que con una adecuada mentalización podríamos evitar:

  • Elegir a los entrenadores más novatos para el trabajo de formación.
  • Quere enseñar muchas cosas a la vez, a veces estamos tan ávido de querer dar información que apabullamos de esta a los jugadores, los bombardeamos con demasiadas ideas y les creamos confusión.
  • No seguir la progresión adecuada, por ejemplo llevar a cabo un movimiento de ataque sin tener los conceptos básicos aprendidos.
  • Obsesionarnos con llevar a la práctica en nuestros equipos lo que vemos a diario en TV en los equipos de ACB, NBA, en cuanto a táctica y estrategia, etc.
  • Pensar demasiado en conseguir victorias y campeonatos, olvidándonos de lo fundamental entrenar al jugador para que crezca a nivel individual y colectivo (formar).
  • Pensar más en lo que nos gustaría a nosotros que en los chavales que tenemos a nuestro lado, nos tenemos que adaptar a las edades y características de los chicos/as y darles oportunidades de progresar a todos, no solo a los teóricamente buenos (que todos tengan minutos y nuestra atención).
  • Tener poca paciencia con los jugadores altos y encasillarlos a jugar solo bajo aro, debemos acostumbrarlos en los entrenamientos a desenvolverse en todas posiciones.

Conclusión final

Me voy a limitar en este apartado a poner una frase del magistral DAN PETERSON en su libro “Mi Credo Baloncestístico”.

Un entrenador es más grande cuando usa la lógica, la simplicidad, la honestidad, la humanidad y la humildad“. “El mejor entrenador de formación es el que capta la importancia de su trabajo y es capaz de tener la habilidad de dar algo por encima de sus propios límites“.

Por Eduardo Burgos (Entrenador Superior y Maestro Especialista en Educación Física).

Ejemplo de progresión metodológica

A menudo, los entrenadores noveles, y quizás los no tan noveles, tendemos a pensar que los conceptos del juego se deben explicar y entrenar desde el principio en una situación de juego real. Este método puede parecer que funciona cuando tienes jugadores con un coeficiente intelectual por encima de 180 y superdotados físicos, sobretodo en cuanto a las capacidades coordinativas se refiere. Para el resto de los mortales, esto es, para el 99'99% de los jugadores que vamos a encontrarnos a lo largo de nuestra vida, es mejor enseñar las cosas paso a paso.

Aquí os dejo un ejemplo con una entrada a canasta por la derecha de lo que debe ser una correcta progresión metodológica en la enseñanza de los fundamentos.


lunes, 26 de enero de 2009

ORGULLO Y GRATITUD


A las tres y cuarto de la tarde de ayer, y tras varios intentos fallidos, por fin me pude poner en contacto con mi amiga Eva Leal.

Nada más descolgar el teléfono supe que lo habían logrado. Su enorme grito de alegría no podía significar otra cosa. Creo recordar que le contesté con otro grito, supongo que para alguien ajeno a la conversación, ininteligible e incomprensible. Pero Eva estoy seguro de que si lo entendió. Enorme la euforia que transmitían sus palabras. Y no era para menos.

La selección gaditana minibasket femenina había acudido a Fuengirola a disputar el campeonato de Andalucía con no pocas dudas. Los entrenadores creían que a pesar de haber realizado durante meses un ingente trabajo no sería suficiente para poder competir con garantías. Pero como suele ocurrir con los grupos bien gestionados, y este lo ha estado, en el momento de la verdad el equipo se ha crecido y ha sido capaz de superar sus limitaciones para ganar con brillantez un campeonato vibrante y en el que han dejado muy alto el pabellón del baloncesto femenino provincial.

Pero personalmente, y sabiendo que este es un enorme éxito de todos los clubes y técnicos que trabajan día a día con las jugadoras hoy campeonas, lo que me emociona realmente es que este equipo ha ganado siendo fiel a una forma de entender este juego y a una filosofía, perdóneseme el atrevimiento, casi vital: VALIENTE, SIEMPRE VALIENTE. Presión 48 minutos, intensidad máxima y contraataque. Juego aparentemente simple, pero que los que llevamos algunos años en esto, sabemos que en realidad de simple no tiene nada.

Por eso hoy siento una enorme gratitud hacia esos entrenadores que han sido capaces de llegar al éxito, pequeño para algunos, enorme para nosotros, jugando con el estilo del que estoy enamorado desde que empecé, como dice mi queridísimo Yeray, en esto de la pelota gorda. Y gratitud porque nada más terminar el taquicárdico partido contra Granada que les abría las puertas a la final, Yeray, en una nube en ese instante, se acordó de que había un tipo gordo y calvo en Chiclana que les seguía y les empujaba desde la distancia y tuvo el enorme detalle de telefonearme para hacerme partícipe, involuntario en cualquier caso, de su alegría.

Muchas, muchísimas son las horas que mis amigos Yeray Lobato y Eva Leal, les han dedicado a esta selección. Enorme sacrificio el de ambos, sacando un tiempo del que no disponen y sacrificándolo casi todo para poder seguir haciendo un buen trabajo con este grupo. Miles de kilómetros los que lleva Yeray en los últimos meses, viniendo los viernes por la tarde desde Jaen para entrenar, entrenar, jugar, entrenar y volverse el domingo por la noche. Locura absoluta la de Eva, entrenadora en Chiclana-Ituci, jugadora en el senior de la Gymnástica, entrenadora-psicóloga con la selección. Por eso me siento muy pero que muy orgulloso de haber podido compartir con vosotros muchas horas de baloncesto y una misma forma de entenderlo.

Gracias, me habéis hecho enormemente feliz hoy.


martes, 21 de octubre de 2008

Filosofía vital, según Michael Jordan

“Puedo aceptar el fracaso, todos fracasan alguna vez,
pero no puedo aceptar no intentarlo”.

Michael Jordan



Sobre los miedos y el fracaso

Nunca miré las consecuencias de fallar un gran tiro. ¿Por qué?. Porque cuando piensas en las consecuencias siempre piensas en un resultado negativo. Algunas personas se congelan ante el miedo de fracasar. Lo reciben de sus colegas o solo de pensar en la posibilidad de un resultado negativo. Sienten miedo de lucir mal o verse en una situación embarazosa. Yo me di cuenta de que si quería lograr algo en la vida tenía que ser agresivo. Tenía que salir e ir a buscarlo. No creo que puedas lograr algo siendo pasivo. Yo no pienso en nada más que en lo que estoy tratando de alcanzar. Cualquier temor es una ilusión. Piensas que algo está en medio de tu camino, pero no hay realmente nada ahí. Lo que hay es una oportunidad para que hagas lo mejor y obtengas el éxito. Si resulta que lo mejor de mí no es suficiente aún, entonces al menos nunca tendré que mirar atrás y decir que tuve miedo de intentarlo. El fracaso siempre me hizo intentarlo más arduamente la próxima vez. Es por eso que mi consejo siempre ha sido “pensar positivamente” y encontrar energía en cualquier fracaso. Algunas veces el fracaso realmente te acerca a lo que quieres ser. Si estoy tratando de arreglar un auto, cada vez que intento algo que no resulta, estoy más cerca de encontrar la respuesta. Los grandes inventos en el mundo tuvieron cientos de fracasos antes de que fueran encontradas las respuestas.Pienso que el miedo algunas veces viene de la falta de foco o concentración. Si hubiera estado al frente de la línea de tiro libre y hubiera pensado en los diez millones de personas que me estaban mirando al otro lado de las lentes de las cámaras, no podría haber hecho nada. Por eso, mentalmente trataba de situarme en un lugar familiar. Pensaba en todas esas ocasiones que lancé tiros libres en las prácticas y que realicé el mismo movimiento, la misma técnica que había usado miles de veces. Te olvidas del resultado. Sabes que estás haciendo las cosas correctas. Por eso, debes relajarte y actuar. Después de eso, de cualquier manera, no puedes controlar nada. Está fuera de tus manos, de modo que no te preocupes por ello.

Sobre el compromiso

Yo enfrento las prácticas de la misma manera que encaro los partidos. Puedes abrirlo o cerrarlo como un grifo. No podría menospreciarlo durante la práctica y luego, cuando necesitara ese impulso adicional al final del juego, esperar que estuviera ahí. Pero así es como muchas personas enfrentan las cosas. Y es por eso que muchas personas fracasan. Parecen como si estuvieran comprometidos a ser lo mejor que pueden ser. Dicen todas las cosas correctas, presentan todas las apariencias propias del caso. Pero cuando se caen, buscan razones en vez de respuestas. Si estás tratando de alcanzar un objetivo, habrán obstáculos en el camino. Yo los he tenido; todos los han tenido.Pero los obstáculos no tienen que detenerte. Si tropiezas con una pared, no te devuelvas y te des por vencido. Averigua como escalarla, atravesarla, o darle la vuelta.

“Yo visualicé adónde quería llegar,qué clase de jugador quería llegar a ser. Yo sabía exactamente adónde quería ir,y me concentré en llegar ahí”.

jueves, 9 de octubre de 2008

DESCUBRIMIENTO GUIADO

El descubrimiento guiado es un estilo de enseñanza intermedio entre la instrucción directa y la indagación. Mantiene elementos técnicos como la programación y evaluación por parte del entrenador, pero con las actividades que desarrollan los jugadores mantienen las características del aprendizaje a través del descubrimiento.

Este estilo se basa en una cita de Galileo quien afirmaba que "nada puedes enseñar a una persona, sólo puedes ayudarlo a que lo descubra por sí misma".

Características

El descubrimiento guiado consiste en que el entrenador oriente el aprendizaje de los jugadores, pero permitiendo que sean ellos los que investiguen, tomen decisiones y descubran. En definitiva, intentamos que el jugador aprenda mucho sin que el entrenador "enseñe", al menos, aparentemente. Las características de este estilo de enseñanza son:
  • No enseña mediante el modelo, aunque lo busque en ocasiones.
  • Permite mayor participación e implicación cognitiva del jugador en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
  • El entrenador está interesado en el jugador y lo considera más importante en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
  • El entrenador programa y evalúa las actividades como en la instrucción directa, y durante la actividad actúa como en la resolución de problemas, es decir, no dando respuestas, sino planteando situaciones que conduzcan al jugador hacia ellas.
  • El entrenador plantea un problema que tiene solución pero no la dice. El jugador puede buscar la solución verbalmente y luego motrizmente.
Secuencia de enseñanza
  • El entrenador plantea una actividad que puede tener una o varias respuestas.
  • No da el modelo, pero sí unas normas y límites.
  • Espera una respuesta del jugador.
  • Refuerza las respuestas correctas a través del conocimiento de resultados evaluativo y afectivo.
  • Ofrece sugerencias adicionales a las incorrectas, fundamentalmente a través del conocimiento de resultados interrogativo.
  • Controla la organización.
  • Evalúa los resultados a nivel grupal, preguntando qué respuestas han sido más adecuadas.